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El mujeriego español

Consistente con la idea del sexismo en la España de la Modernidad Temprana, hay dos lados del concepto: el de los hombres y el de las mujeres. Hemos visto el punto de vista de las mujeres, en que vemos la percepción de la violación aceptable de las mujeres y también el estándar doble presentadas en las lecturas de Fray Luis de León. Pero, al otro lado, hay mucho que ver con los hombres y su papel en la historia del sexismo en aquellas épocas. Por ejemplo, en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina, Jornada primera, vemos una característica de los hombres de la época que todavía existe hoy: la característica de la idealización de los mujeriegos.

En Tirso de Molina, inicialmente el personaje Don Juan parece muy simpático y suave. Pero en realidad, todo es como una máscara para que él pueda cumplir sus deseos. Cuando habla con Tisbea, Don Juan hace mucha referencia a metáforas para seducir a Tisbea. Por ejemplo, Don Juan dijo a Tisbea, “Y en vuestro divino Oriente renazco, y no hay que espantar, pues veis que hay de amar a mar una letra solamente” (135). Esa lenguaje hace un papel muy importante en la mente de Tisbea, quién realmente está en la clase más bajo que la de Don Juan. El lenguaje muy suave es una manera del control y poder de Don Juan que se caracteriza como mujeriego. En la nota del pie de la página, también dice, “Although Tisbea knows such language is inappropriate for a woman of her class, she allows Don Juan to flatter her” (135). Entonces, hay que reconocer que Don Juan está usando lenguaje con ella que realmente no es normal que usara con alguien de una clase inferior. Por eso, solamente habla a ella de esta manera para que pueda lograr lo que quiere. En el texto, las palabras de Don Juan son muy persuasivas y se usan para lograr lo que quiere. El trató de decir que Tisbea es más que solamente una pescadora y usa la lengua romántica para convencerla de ello. Tisbea, por otro lado, parece un poco mas débil y mucho más ingenua que Don Juan. Ella quiere fiarse de Don Juan porque se presenta a ella como más inocente y también un poco enamoradiza. Es interesante que Tisbea actué de una manera infantil y ridícula mientras Don Juan haga lo que quiera sin ninguna percepción mala de él.

También podemos ver la cultura de los mujeriegos en la serie Isabel. Aunque Isabel es una reina respetable y poderosa, ella también encuentra el sexismo en el contexto de los hombres mujeriegos. En la boda entre ella y Fernando, ella tiene que aceptar que su compañero también es mujeriego en sus acciones con las concubinas –pues es aceptable en la cultura de aquel entonces. En esa época la cultura de las concubinas era muy normal para los hombres– particularmente para los hombres de la clase alta. Fernando vive en su propia parte del castillo real sin Isabel. Entonces, cuando están separados, las concubinas pueden estar con Fernando en su cuarto. La cultura de las concubinas es importante en el contexto de aquel siglo porque muestra la capacidad de los hombres de ser mujeriego. No era extraño para el hombre en una boda tener más que una amante.

Pero, esto presenta otro estándar doble entre las mujeres y los hombres. En el capítulo 7 de Isabel, ella está muy ocupada con la idea de casarse y consumir la relación oficialmente con Fernando. Ella le admite al sacerdote durante la confesión que no sabe ser buena mujer, ni en la casa, ni en la cama. Cuando ella habla con el sacerdote, ella se muestra muy nerviosa del acto sexual y de ser una compañera matrimonial. Es otro ejemplo del estándar doble cuando el sacerdote le anuncia que necesitará hacer “lo que hacen los esposos con las mujeres” (25:49). Él presenta la idea de la consumación como un quehacer para Isabel. Pero, todas las dudas de Isabel solamente existen porque ella nunca ha hecho el sexo porque no es aceptable para las mujeres a hacer el sexo antes del casamiento. Entonces el padre no le ofrece consuelo pues enfatiza el acto sexual como un deber que no le agradará pero que necesitará cumplir. Por otro lado, Fernando, un hombre que ya ha tenido muchas experiencias sexuales,  no tiene dudas sobre la boda porque ya había hecho el sexo por muchos años con muchas mujeres. Esa estándar doble se caracteriza mucho en la idea que ella necesita hacer algo que nunca había hecho, y que ella necesita ser obediente, y Fernando no tenia que temer de nunca porque la sociedad le anima a hacer el sexo con muchas mujeres.

El sexismo claramente es muy relevante en la época de la España de la Modernidad Temprana. Para analizar el sexismo, necesitamos analizar los aspectos de la opresión de las mujeres, pero además necesitamos analizar el opuesto para los hombres: la presunción que tengan muchas aventuras amorosas y que logran seducir a muchas mujeres como muestra de su virilidad y potencia. Se puede ver esta idea en la cultura de los mujeriegos como Don Juan y Fernando.

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